Laura y Víctor querían transformar su nueva casa en un verdadero hogar. Trabajamos juntos en la definición de espacios y exploramos varias opciones de distribución hasta encontrar la ideal para sus necesidades: dos dormitorios, un baño en suite en el principal, un baño general, un despacho para teletrabajar y una cocina amplia integrada en el salón, manteniendo cierta independencia.
Optamos por tonos suaves y tierras, añadiendo pinceladas de color en la cocina y los baños. La cocina combina verde, blanco y baldas de madera. En el baño general, elegimos un cerámico hidráulico en tonos rosas y verdes, mientras que en el baño en suite destacamos un mueble de lavabo en tono terracota sobre revestimientos claros.
Estoy encantada con el resultado, lleno de detalles y con una iluminación indirecta que resalta cada espacio. Uno de los desafíos fue la integración de las vigas, que decidimos dejar a la vista en el salón y la cocina, aportando un toque original y armónico.